Tres alumnas del equipo de ingenieras adolescentes de la Compañía de María La Enseñanza (Logroño) proponen sustituir los dispositivos de control telemático por un ‘smartwatch’ para evitar que se estigmatice a las víctimas.

Su proyecto “APP de Prevención de la violencia de género y sexual” ha sido reconocido con un accésit en la categoría de Bachillerato en el marco del Premio Nacional de Iniciación a la Investigación Tecnológica 2024 de la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de España, UAITIE.

El pasado año, hubo 455 víctimas riojanas de violencia machista que no pudieron desarrollar su vida con normalidad por temor a ser agredidas por sus parejas o exparejas. Todas ellas solicitaron una orden de protección o medidas cauterales que, sin embargo, «les estigmatiza y les supone un recuerdo constante de su condición de víctima». Para evitarlo, las ingenieras adolescentes del colegio La Enseñanza de Logroño, Raquel de Ángel, Erika Jiménez y Valeria Villamor, proponen sustituir, con su proyecto HER, los dispositivos de control telemático por un ‘smartwatch’.

Con esta alternativa, que solo funcionaría a través de una orden judicial, «se podría activar la geolocalización de la víctima y la del agresor que tiene la orden de alejamiento para que, si se quebranta, se envíe la ubicación y la alerta a la Policía», explica Jiménez. Con este reloj inteligente, añade esta joven riojana, también se podría evitar que «no se quiten el dispositivo de manera intencionada», además de las molestias ocasionadas a las mujeres de tener que llevarlos a diario. «Hicimos una recreación 3D y vimos que resultan muy aparatosos, que es muy incómodo que las víctimas tengan que salir con ellos a la calle, porque es como si llevasen un telefonillo que abultase mucho», lamenta esta alumna.

Esta, sin embargo, tan solo constituye una de las propuestas que han integrado en HER, un prototipo de aplicación móvil (que también se podría descargar en un ‘smartwatch’) con el que tratan de combatir la violencia machista y sexual a través de cuatro módulos principales. Los dos primeros, para mejorar la situación de las mujeres víctimas de esta lacra y, los otros dos, para prevenir la violencia sexual.

El segundo módulo, denominado «red de experiencias», está enfocado en proporcionar acompañamiento a las mujeres. Con él, las víctimas de violencia machista «pueden contactar con voluntarios para que les ayuden, por ejemplo, con los trámites administrativos, que se comuniquen con otras personas que han sufrido violencia de género o se pongan en contacto con psicólogos para que les asistan durante 24 horas si tienen algún problema», expone de Ángel.

LAS FRASES

«Nos decantamos por una iniciativa social; descubrimos que las cifras de violencia de género y sexual son alarmantes»

Valeria Villamor.- Creadora del proyecto HER

«Buscamos evitar que se estigmatice a las víctimas; los dispositivos de control suponen, muchas veces, un recuerdo constante»

Erika Jiménez.- Creadora del proyecto HER

«Con la red de experiencias, las víctimas pueden contactar con voluntarios o psicólogos para que les ayuden»

Raquel de Ángel.- Creadora del proyecto HER

«La idea es que puedan colocarse una cámara, la vinculen al móvil y fijen una palabra que, si la dicen, envía una alerta»

Tutor de las alumnas.- Carlos Lorente

Su iniciativa va más allá con el tercer módulo, denominado ‘Siéntete seguro’, que resulta «accesible para cualquier persona que se quiera sentir un poco más segura». La idea, como afirma el tutor de este equipo de ingenieras adolescentes, Carlos Lorente, es que «cuando salgan de la discoteca, puedan colocarse una cámara –que cada vez se desarrollará con un tamaño más reducido– en el bolso, la solapa o la chaqueta, la vinculen al teléfono mediante conexión ‘bluetooth’ y fijen una palabra que, si la dicen, manda un aviso a la Policía con la posición GPS y la grabación en directo». Toda una funcionalidad que, de hecho, surgió porque las propias alumnas «volvían a casa llamándose las unas a las otras porque les daba un poco de miedo pasear por zonas oscuras». El cuarto módulo, por su parte, proporciona «una vinculación directa» con la ‘app’ Alertcops de la Policía Nacional.

De camino a Silicon Valley

HER, explica Villamor, empezó a tomar forma cuando decidieron participar en el concurso escolar Audi Creativity Challenge, al que también concurrieron el pasado año y quedaron finalistas con una iniciativa medioambiental. Para la edición de este año, sin embargo, «tuvimos que decantarnos por una iniciativa social para poder participar. Buscamos un poco, nos informamos y nos dimos cuenta de que las cifras de violencia de género y sexual son alarmantes», recuerda Villamor.

Su proyecto, en esta ocasión, es el único riojano que ha sido seleccionado entre los diez finalistas del certamen nacional. «Nos hizo muchísima ilusión», reconoce Jiménez, que se enteró en un recreo de que este año también iban a concurrir en la final. «Estamos super contentas y agradecidas de poder ir a Madrid los días 14 y 15 de junio para presentar el proyecto y vivir otra vez la experiencia de una final», asegura.

Sobre todo, porque de alzarse con el primer puesto, «viajaremos a Silicon Valley para desarrollar la iniciativa en las empresas tecnológicas». En Estados Unidos, precisa su tutor, «te ponen los medios y la financiación para poder desarrollar con Apple, Microsoft o Google toda la aplicación, porque con los recursos que tenemos solo podemos crear el boceto».

 

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